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Wixárika Toma una Postura

By Tracy Barnett

La Comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán o Wuaut+a está preparándose para enviar 1,000 integrantes a la remota comunidad de Huajimic, Nayarit a retomar de manos de ganaderos mexicanos tierras que los tribunales han determinado que pertenecen a los Wixaritari. Foto de facebook/San Sebastián Teponahuaxtlán.

Un contingente de por lo menos 1,000 indígenas Wixárika (Huichol) en la Sierra Madre Occidental se están preparando para retomar sus tierras después del fallo legal en una larga disputa de una década con ganaderos mexicanos vecinos quienes se habían apoderado de las tierras por más de un siglo.

Los ganaderos que han estado en posesión de 10,000 hectáreas por generaciones alegan que tal embargo es ilegal y por lo tanto no entregarán las tierras, esta postura evidencia la preocupación de que el enfrentamiento pueda terminar en violencia.

Los líderes de la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán han comunicado sus planes para ser acompañados por autoridades federales del tribunal de agricultura para llevar a cabo acción legal de la primer parcela, un rancho de 184 hectáreas en el estado de Nayarit, hoy mismo, y llamaron a la acción los autoridades federales y estatales para que envíen elementos policíacos con el objeto de prevenir un conflicto violento. Hasta el momento de esta publicación, ni las autoridades estatales de Nayarit ni las autoridades federales han acordado enviar elementos policíacos que ayuden a mantener el orden por lo que ambas parten esperan lo mejor pero se preparan para lo peor.

La comunidad de Huajimic en el municipio de La Yesca, Nayarit, tiene una larga tradición como ganaderos. Los ganaderos de Huajimic tienen títulos de sus tierras desde 1906, pero los tribunales han dado fallo legal para que las tierras Wixárika vuelvan a sus propietarios originales desde 1717. foto de Facebook/Huajimic, Nayarit.

“Esperamos que ellos sí aceptarán la divulgación de lo que sea la ley — que ellos perdieron el juicio, el tribunal… Ellos tuvieron la oportunidad de probar legalmente si realmente tenía la documentación legal, y no la tenía,” dijo Miguel Vázquez Torres, Presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Sebastián. Él es consciente del potencial de violencia, dijo, “pero la comunidad no se va quedar con manos cruzados. Estamos preparados.”

Los ganaderos tienen títulos de las tierras que datan desde 1906, pero San Sebastián tiene los documentos originales otorgados por la Corona Española desde 1717 y están respaldados por resolución presidencial desde 1953. El total de las 10,000 hectáreas está en postura de 47 reclamaciones legales. La corte agraria ha determinado fallo a favor de San Sebastián en 13 de las reclamaciones, según los abogados de los Wixaritari; las restantes aún continúan en curso legal.

La abogada Rosa Carmen Domínguez Macarty, representante de algunos ganaderos de Huajimic, alega que que solo dos de las sentencias presentadas por los Wixaritari son definitivas y que las demás aún están en apelación. Los ganaderos están apelando el fallo, diciendo que la resolución presidencial de 1953 está basada en un documento inválido.

“Es una injusticia social,” dijo Domínguez. “Huajimic es una zona productiva a 100 porciento, es ganadero, y la gente es gente sencilla, muy sencilla y muy trabajadora. Son madres, son padres que se dedican a trabajar personalmente su tierra, y de ahí ellos tienen los recursos para mantener a sus familias.

“Finalmente tanto los indígenas defienden lo suyo, como los pequeños propietarios también defienden lo suyo,” dijo Domínguez. “Es muy triste que por una situación de desapego de los autoridades se dieran una situación no tan amigable entre las partes.”

Vázquez dijo que hay dos familias comuneros de Wuaut+a sin tierra que han conseguido ya permiso por parte de la asamblea de la comunidad para establecerse y construir casas en la parcela y que la asamblea planea enviar contingentes rotativos de residentes de la comunidad para hacer guardias por varios meses.

“Vamos a instalar esta vigilancia dos, tres o cuatro meses — las que sean necesarios — va a haber turnos de comuneros, vamos a estar rolando la gente para que pudieran garantizar el estado de salud, el estado de animo de estas dos familias que van a posesionar esa fracción que nos van a restituir.”

El plan de largo plazo, dijo, es establecerlo otro asentamiento en el área, ya que los pueblos existentes en San Sebastián se están sobrepoblando.

Domínguez dijo que los habitantes locales han trabajado esa tierra por generaciones y la han convertido en un área altamente productiva. Los residentes locales sospechan que los Huicholes tienen otro motivo de trasfondo para reclamar la posesión de las tierras que jamás han trabajado: para explotar los depósitos minerales que supuestamente se encuentran en el subsuelo.

Integrantes de la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán protestando por la reforma de las tierras en Guadalajara en 2014. Foto de Nora Lorenzana Aguilar.

La situación se complica ya que San Sebastián se encuentra en el estado de Jalisco mientras que la tierra en disputa se encuentra en Nayarit, donde los ganaderos han manifestado abiertamente su oposición al fallo de la corte y han organizado una resistencia en contra a la restitución de la tierra a los Wixaritari.

“Jalisco vs Nayarit: Correrá sangre,” grito en un periódico newspaper. Mientras tanto el Gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, ha estado enviando mensajes de apoyo a los ganaderos, según los medios.

“El gobernador [Roberto Sandoval] nos prometió que mientras él esté en funciones, no tendríamos que entregar un solo metro de tierra a los huicholes,” uno de los propietarios dijo al reportero Agustín Del Castillo del diario Milenio.

Ciertamente no es un accidente que el conflicto cruce las fronteras estatales, de acuerdo al antropólogo Paul Liffman, autor del libro Territorio

Huichol y la Nación Mexicana.

“De hecho, esa es la profunda historia de Jalisco y Nayarit”, dijo Liffman en reciente entrevista. “Nayarit fue parte de Jalisco y se separo en 1917, en parte debido a los ganaderos que deseaban mayor autonomía política y deseaban deshacerse de los indígenas”.

Durante los primeros años del siglo 20, el gobierno animó a los pobladores a reclamar tierras en aparente abandono. Fue durante ese periodo que sucedió la mayor invasión a la tierra Wixárika y los juzgados otorgaron títulos basados en suposiciones erróneas (o pretextos, como dice Liffman)

de que las tierras estaban desocupadas.

Las tensiones han florecido periódicamente desde que la tierra fue tomada, pero los Wixaritari no tenían recursos legales hasta que el gobierno el sistema de tribunales agrarias en los años 1990, comentó Rubén Ávila Tena, abogado representante de la Comunidad de San Sebastián. Poco tiempo después la comunidad inició un proceso legal para reclamar sus tierras.

Jalisco ha accedido a cumplir la ley pero solo hasta la frontera del estado, sin embargo los líderes de Wixárika no han recibido la misma respuesta por parte de las autoridades de Nayarit ni del gobierno federal.

“No estoy seguro de lo que pueden hacer, aparte de echar porras,” comentó Ávila con un poco de ironía. Pero más en serio,” Nosotros estamos confiando en que ellos deber estar haciendo su trabajo — porque se supone que esta es su oficio.”

Ávila comento que fuentes en el Tribunal Agrario le han dicho que la policía de Nayarit no tiene intenciones de apoyar a los Wixaritari ni el tribunal.

El magistrado agrario Aldo Saúl Muñoz López habló con este reportero por vía telefónica, pero dijó que no podía conceder entrevista por teléfono, solo en persona en las oficinas regionales del tribunal en Tepíc, Nayarit.

“Nosotros ya hicimos lo que como tribunal federal nos corresponde,” dijo Muñoz López. Ya notificaron a las distintos instancias del gobierno del estado de Nayarit, dijo. “Si ellos ya no responden, es una cosa que escapa mi competencia.” No quiso dar más información por teléfono porque dijo que no está permitido.

Liffman comparó el actual conflicto en San Sebastián con uno sucedido en los años 1950 con Pedro de Haro como líder de los Huicholes.

Haro construyó un movimiento que finalmente adquirió la resolución presidencial de 1953, confirmando que San Sebastián era el propietario legal de la tierra. Pero, como en el caso actual, el gobierno no proporcionó ningún mecanismo de ejecución, y los residentes locales se negó a renunciar a la tierra.

Un grupo armado de Huicholes tomó la situación en sus propias manos y marchó al Cañón de Camotlán, donde según informes, quemaron una granja desalojando a los habitantes y reclamando la tierra.

Foto de las páginas de facebook de la comunidad de San Sebastian (Wuaut+a).

Santos de la Cruz, un líder Wixárika y un abogado del equipo legal de San Sebastián, comento que la comunidad ha estado instando a las autoridades federales durante los últimos 5 años con base en un programa que ofrece compensación monetaria a los actuales habitantes para que atiendan el caso.

“Fueron cinco años desde que la misma comunidad de San Sebastián solicitó al gobierno federal para que atendiera este caso,” dijo de la Cruz. “La misma comunidad de San Sebastián apoyó los mismos posesionarios para que les pagaran. Pero no hubo algún acuerdo; ningún posesionario mostraron interés. Ellos siempre dijeron que quieren la tierra, por eso la comunidad eligieron a tomar posesión.”

Finalmente en una reunión celebrada en marzo de este año, un oficial del programa le dijo a las autoridades de San Sebastián que no hay dinero para pagar restitución a los ganaderos. Fue entonces que tomaron la decisión de continuar con el proceso de retomar sus tierras acompañado por los autoridades tribunales, comentó Ávila.

Las autoridades Wixaritari han hecho todo lo que está en su poder para conseguir la compensación económica del programa para los ganaderos con la esperanza de que se pueda evitar un conflicto, comentó Ávila. “Este caso se decidió a su favor hace más de dos años”, subrayó. “La comunidad no quería que se cumple de esta manera, por eso estaban tratando de lograr que el gobierno federal indemnice a los propietarios de tierras. Cuando no podían hacer eso, dijeron, pues, ni modo — tenemos que solicitar que se cumplan con la ley.”

Liffman advirtió que la situación no debería de tomarse a la ligera; el área en cuestión ha cambiado radicalmente desde los tiempos de Pedro de Haro con un significativo aumento en la producción de drogas a través del territorio. “Esta región está fuertemente armada”, comentó, “San Sebastián ha sido el área disputada en forma muy violenta en la sierra durante los últimos años… actualmente es un territorio transnacional para los narcos, no solo son ganaderos con pistolas al cinto. Así que si deriva en un enfrentamiento, se puede convertir en un baño de sangre”.