Otro Gobierno es Posible

Otro Gobierno es Posible

El Congreso Nacional Indígena De México Lanzará Una Campaña Presidencial en 2018
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 traducido por Angélica Almarán translated by Angélica Almarán
octubre 30, 2016
 

El 13 de Octubre, 500 delegados del Consejo Nacional Indígena (CNI) alcanzaron un consenso total en la propuesta presentada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la inauguración del Quinto Congreso realizado tres días antes: el Consejo Nacional Indígena entrará colectivamente en la carrera presidencial Mexicana del 2018 con una candidata indígena al frente.

El Quinto Congreso ahora se encuentra en asamblea permanente, mientras los delegados regresan a sus comunidades a realizar consultas para decidir si aprobar o rechazar la propuesta.

Esta decisión representa un gran cambio de estrategia del movimiento Zapatista, que en 2003, tras nueve años de negociaciones incumplidas con el gobierno Mexicano, cortaron toda comunicación con el sistema político. En los siguientes trece años, no han mirado atrás, enfocándose en trabajar por la autonomía de sus propias comunidades. La campaña presidencial propuesta, sin embargo, no será un regreso a estar vinculados con el sistema político, sino una apropiación de éste, y si triunfa, el quiebre de dicho sistema.

“Ratificamos que nuestra lucha no es por el poder, no lo buscamos; sino que hacemos un llamado a todos los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos para detener esta destrucción, a fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, a decir en la defensa de la vida de cada persona, familia, colectivo, comunidad o barrio. A construir la paz y la justicia rehilándonos desde abajo”, manifestaron el CNI y el EZLN en un comunicado emitido al cierre de la asamblea.

El Concejo Indígena de Gobierno estará conformado por representantes de comunidades del CNI de todos los estados y regiones de México, con una candidata independiente que servirá para “materializar su palabra colectiva”.

LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO

El CNI fue conformado en 1996, casi dos años después del famoso levantamiento en armas por parte de los indígenas Zapatistas y su declaración de guerra al gobierno Mexicano. En ese mismo año, el EZLN y el gobierno federal habían firmado los Acuerdos de San Andrés, que establecían reconocer constitucionalmente la autonomía indígena, aumentar la representación política indígena y garantizar el acceso a la justicia. En Octubre de ese año, miles de personas indígenas de comunidades de todo el país se reunieron en la Ciudad de México para el primer Congreso Nacional Indígena, acordando que su objetivo principal sería defender los Acuerdos de San Andrés. Fue en este primer Congreso que la difunta Comandanta Ramona, del EZLN, declaró lo que pronto se convertiría en el slogan del CNI: “NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS”:

Cuando el EZLN y el gobierno se reunieron para finalizar los Acuerdos un mes más tarde, un patrón conocido de rechazo comenzó a resurgir: el gobierno se negó a firmar los Acuerdos. Simultáneamente, el entonces presidente Ernesto Zedillo lanzó una sangrienta campaña de militarización por todo Chiapas, culminando en la Masacre de Acteal, en la que las tropas paramilitares masacraron a 45 miembros de Las Abejas, una organización Católica pacifista de indígenas Tzotziles.

El enfoque primordial tanto del EZLN como del CNI se convirtió entonces en un esfuerzo de presionar al gobierno Mexicano para aprobar los Acuerdos. En 2001, el tercer Congreso Nacional Indígena fue realizado en la comunidad Purhépecha de Nurio, en Michoacán. Representantes de 40 de los 57 Pueblos Indígenas de México crearon una lista de exigencias incluyendo el reconocimiento constitucional de los derechos y autonomía indígena, y el reconocimiento de sistemas indígenas de justicia y territorio ancestral.

Ese mismo año, la Comandanta Esther dijo al Congreso de la Unión: “Cuando los derechos y cultura indígenas sean reconocidos constitucionalmente de acuerdo a [los Acuerdos de San Andrés], la ley empezará a unir su hora con la hora de los pueblos indios”

El siguiente mes, el Congreso aprobó de manera unánime una reforma constitucional sobre los derechos y cultura indígena que ignoraba todas las exigencias por la autonomía y reconocimiento, desvirtuando por completo los Acuerdos de San Andrés y consolidando la traición a los Pueblos Indígenas por parte de todo el sistema político Mexicano.

Después de esta máxima traición que los Zapatistas y el CNI decidieron dar la espalda al sistema político Mexicano, que se rehusaba a incluirlos. En lugar de eso, decidieron tomar el asunto en sus propias manos e implementar los Acuerdos de San Andrés en sus comunidades y territorios. Construir por ellos mismos lo que el gobierno se negó a darles.

Durante los siguientes trece años, las comunidades Zapatistas de Chiapas y comunidades indígenas de todo México trabajaron para construir su propia autonomía desde cero.

Logros y limitaciones de la autonomía

En este Quinto Congreso Nacional Indígena, con el que también se celebró el 20 aniversario del CNI, los delegados compartieron los inmensos logros en la autonomía de sus comunidades

Han reconstruido sus estructuras tradicionales de agricultura utilizando fertilizantes orgánicos y semillas nativas.

Han reconstituido sus gobiernos tradicionales, reemplazando las corruptas autoridades gubernamentales con concejos de Ancianos y asambleas comunitarias.

Han construido su propia policía comunitaria y fuerzas de autodefensa, expulsando al crimen organizado y reemplazando a las corrompidas fuerzas oficiales de policía que a menudo están coludidas con los narcotraficantes.

Han creado estaciones de radio comunitarias para difundir la verdad, ahogando las mentiras y el silencio de los medios corporativos, los cuales en México están monopolizados por el imperio mediático Televisa.

Han recuperado territorio que había sido expropiado de manera violenta por el gobierno y grandes terratenientes.

Han creado sus propias escuelas indígenas bilingües, donde los estudiantes aprenden acerca colonialismo, capitalismo y la historia de su gente.

Han revivido la medicina tradicional y construido clínicas en lugares donde la gente no contaba con atención médica, combatiendo la dependencia a la medicina occidental.

Sin embargo, también han enfrentado extrema represión, saqueo de sus territorios, y violaciones a sus derechos humanos. No hubo una sola comunidad que no hablara de su lucha contra lo que ellos llaman ‘proyectos de muerte’ – minería, fracking, presas hidroeléctricas, redes de gasoductos, construcción de aeropuertos y autopistas – operados por compañías extranjeras que no consultan a sus comunidades antes de destruir sus tierras.

Están luchando en contra de los químicos agroindustriales y pesticidas que contaminan su suelo y agua, la destrucción de sus bosques, la invasión de semillas genéticamente modificadas, y la privatización y expropiación de su sagrada agua y territorios colectivos.

Están luchando contra el supuesto desarrollo ‘verde’ en la forma de granjas eólicas y reservas de conservación que expropian su territorio y tierras agrícolas, a menudo para la producción de monocultivos como la Palma Africana.

Están luchando contra la muerte cultural – la industria turística que depreda sus sitios sagrados y pervierte sus tradiciones para convertirlas en atracciones para los extranjeros, y la desaparición de sus lenguas y vestimentas.

Y están luchando contra la muerte literal – el homicidio, desaparición, secuestro, violación, encarcelamiento y la guerra psicológica que enfrentan todas las comunidades indígenas en resistencia a manos de la milicia, la policía y el crimen organizado.

La nación también está al borde de la total privatización del sector público con las 11 reformas estructurales aprobadas por el Presidente Enrique Peña Nieto en el 2013. Aunque el CNI puede evitar que estas reformas entren a sus comunidades hasta cierto nivel, no pueden, sólo a través de la autonomía, detener los devastadores impactos de la privatización en la salud pública, educación, energía y vivienda, entre otros.

En este Quinto Congreso, los delegados reconocieron que recorrer el camino de la autonomía, aunque notablemente exitoso a nivel local, no ha permitido a los Pueblos Indígenas de México unificarse verdaderamente. Formar coaliciones a nivel estatal o incluso regional o municipal ha demostrado ser extremadamente difícil, con la mayoría de las comunidades permaneciendo relativamente aisladas. Aunque todas enfrentan la misma represión por parte de las empresas y del gobierno, cada comunidad combate al mismo enemigo desde su propia esquina de México, permitiendo así a lo que los Zapatistas llaman ‘la Hidra capitalista’ dividir y conquistar. Como un delegado de Jalisco expresó “siguen fregándonos”.

La propuesta

La propuesta del EZLN al CNI de lanzar una campaña presidencial colectiva es un esfuerzo para detener a la Hidra. Al principio, casi todos los delegados estaban titubeantes. Expresaron la preocupación de sacrificar su autonomía para emprender la vía electoral. No obstante, todos expresaron su profunda confianza en el EZLN como su guía en la lucha y su apertura a ser convencidos. Durante la asamblea de tres días eso fue exactamente lo que sucedió.

Uno de los principios fundamentales tanto del CNI como del EZLN es que ellos no aspiran a tomar el poder del Estado, el cual perciben como inherentemente corrupto y opresivo. Los delegados hablaron de su compromiso con este principio y su preocupación por sacrificarlo. A través de sus diálogos, sin embargo, aclararon que su meta no es tomar el poder, sino desmantelar este poder desde abajo y a la izquierda, desde las pobres y marginadas comunidades luchando por su dignidad, libertad y autonomía.

Otro principio fundamental es su oposición a todos los partidos políticos, los cuales ven como una misma clase elite opresora, disfrazada de diferentes colores. Aclararon que no crearían un nuevo partido político, sino un Concejo Indígena de Gobierno, el cual el Subcomandante Galeano (antes Marcos) instó a no confundir con un Consejo de Gobierno Indígena, lo cual significa que no están tratando de indigenizar el gobierno actual, sino de construir un nuevo gobierno indígena que rija de acuerdo con los principios del EZLN y del CNI:

  1. Servir, no servirse
  2. Representar, no suplantar
  3. Construir, no destruir
  4. Proponer, no imponer
  5. Convencer, no vencer
  6. Bajar, no subir
  7. Gobernar obedeciendo

El EZLN está pidiendo romper con todas las nociones básicas de qué es y qué puede hacer un gobierno. En las comunidades indígenas a lo largo del país, así como en el territorio Zapatista, el CNI ha expulsado a los oficiales de gobierno y ha revivido sus sistemas tradicionales de auto-gobierno. El EZLN está pidiendo que se visualice este acontecimiento a un nivel nacional: un México gobernado por un consejo de cientos de pueblos indígenas de todas las naciones y tribus guiados por la sabiduría de sus ancestros.

El eje de la propuesta es que el candidato que represente al Concejo Indígena de Gobierno sea una mujer indígena. Galeano, es su explicación, continuamente enfatizó en este punto. Dijo que tanto los mestizos (no indígenas) como los hombres han probado continuamente ser incompetentes para gobernar, y que este punto no puede debatirse. También nos recordó que éste no será un gobierno regido por cualquier y toda la gente indígena, porque desde luego que hay terratenientes indígenas, paramilitares y policías, así como comunidades indígenas que han sido compradas por el gobierno. Será un gobierno del CNI, regido no por una plataforma política, sino por un programa de lucha que es explícitamente anti-capitalista.

Galeano también enfatizó que debe ser el CNI quien apruebe y arme la campaña, no el EZLN. En el 2006 el EZLN lanzó “la Otra Campaña”, paralela a la carrera presidencial para propagar el mensaje de la autonomía e instar al pueblo de México a organizar sus comunidades fuera de la esfera electoral. En este discurso dentro del Quinto Congreso, Galeano explicó que en la Otra Campaña, el EZLN dirigió y los Pueblos Indígenas de México lo siguieron, y que necesita ser al revés, con los Pueblos Indígenas en resistencia dirigiendo a la nación.

El propósito de la campaña presidencial no sólo será ganar, sino fortalecer y unificar el CNI y, como lo dijo un delegado de Michoacán, “hacer que la gente nos volteé a ver”. En su discurso de apertura, el Subcomandante Moisés repitió la urgencia de unificar a la gente del campo y la de la ciudad.

“Ahora es la hora de recordarle al Mandón, a sus capataces y mayorales, quiénes parieron esta Nación, quienes hacen andar las máquinas, quiénes crean los alimentos de la tierra, quiénes erigen las construcciones, quiénes abren los caminos, quiénes reivindican las ciencias y las artes, quiénes imaginan y luchan un mundo tan grande donde siempre haya un lugar dónde encontrar el alimento, el cobijo y la esperanza”.

otro gobierno es posible

Algunos podrán cuestionar la posibilidad o eficacia de un gobierno indígena regido colectivamente. La asamblea misma refutó estas dudas. Más de 500 personas de todas las diferentes culturas y contextos discutieron la propuesta durante tres jornadas de doce horas sin una sola falta de respeto. En vez de discutir basándose en ideologías u orientaciones políticas, ellos verdaderamente escucharon y, ante las dudas, se convencieron unos a otros. Y lo más importante, ningún delegado habló desde su interés personal, sino por el interés común de sus comunidades.

El consenso, pues, de que la propuesta fuera llevada de vuelta a sus comunidades para consulta, fue basado en un sincero y total acuerdo de que la campaña presidencial los beneficiará a todos. Comparado con el irrespeto, corrupción, control empresarial y estancamiento político al que estamos acostumbrados en nuestros actuales gobiernos federales, el CNI fue un ejemplo del poder de la gobernanza tradicional.

Esta campaña será diferente a cualquier otra en la historia del mundo. En este momento de desesperación política, particularmente en medio de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el EZLN está una vez más retándonos a pensar fuera del marco definido de posibilidades. Después de tener negado un lugar en México por más de 500 años, están decidiendo construir un nuevo México, y eventualmente, dijo Galeano, un nuevo mundo.

En palabras de la Comandancia General del EZLN:

Ahora es la hora del Congreso Nacional Indígena.

Que a su paso retiemble en su centro la tierra.

Que en su sueño se derrote el cinismo y la apatía.

Que en su palabra se levanter la de quien no tiene voz.

Que en su mirada se ilumine la oscuridad.

Que en su oído encuentre casa el dolor de quien se piensa solo.

Que en su corazón encuentre consuelo y esperanza la desesperación.

Que con su desafío se asombre de nuevo el mundo.